El contrato para la construcción de la capilla consagrada en 1554 (también conocida como "Rektor Chörlin" (capillita del rector)) fue firmado en 1505 entre la ciudad y la universidad de Friburgo.
Entre 1535 y 1789, profesores, miembros y mecenas de la universidad fueron enterrados aquí. Los numerosos epitafios y placas conmemorativas de la capilla y de la antecámara sirven para recordarlos. Se han conservado tres de las antiguas losas sepulcrales. En 1507 se pintaron las claves de las bóvedas.
En la clave de bóveda del coro figura el patrón de la universidad, San Jerónimo, rodeado de los tres escudos.
La clave con el Cristo Maestro de doce años, rodeado de los tres escudos.
Las vidrieras
Altar de Oberried
Los paneles centrales
Los paneles centrales del Altar de Oberried fueron creados hacia 1525/26 por Hans Holbein el Joven para el comerciante y consejero de Basilea Hans Oberried. El donante y su familia están arrodillados ante la Natividad (izquierda) y la Adoración de los Magos (derecha).
Retablo cerrado
Presumiblemente, Oberried se llevó los paneles a Friburgo cuando dio la espalda a Basilea en 1529 a causa de la Reforma. Las pinturas, donadas a la universidad por uno de los descendientes de Oberried, se convirtieron en la pieza central de un nuevo altar en 1554, que fue complementado con paneles con representaciones de los cuatro Padres de la Iglesia.
Galería de epitafios y placas conmemorativas
Ulrich Zasius - El famoso primer
Ulrico Zasius († 1535), que fue el primero en ser enterrado en la capilla de la universidad, desempeñó también otras funciones y cargos en la ciudad, además de su profesión de profesor de Derecho en la universidad. Entre otras cosas, redactó la carta de la ciudad de Friburgo. En la inscripción de su epitafio se le honra como el jurisconsulto más famoso de su época; su retrato lo muestra con tala de catedrático y birrete de erudito.
Cara oculta: Michael Kübler de Kißlegg
El epitafio de Michael Kübler von Kißlegg († 1605) esconde dos secretos. Kübler fue clérigo de la catedral de Basilea y donado a la Universidad de Friburgo, lo que explica la colocación de su epitafio en la capilla desde 1827.
El cuadro, que a primera vista parece corriente, se puede sacar del marco por el lado izquierdo: Así se revela el retrato de Kübler con un rosario en la mano ante un Cristo crucificado.